Indicativo es, y mucho. Que en mi país, el debate estrella sea si Raúl va o no a la Selección, es el botón de muestra de esta sociedad a la que le faltan muchos telediarios para considerarla madura. En vez de sorprendernos, indignarnos y mosquearnos porque un periódico de gran tirada, sea capaz de llevar hasta el último suspiro una noticia falsa y sin contrastar, haciendo leña sobre el peor atentado que ha sufrido este país en su historia; en vez de eso, nos llenamos la boca como expertos futboleros conjeturando en por qué si debe ir Raúl a la Selección, y en por qué no.
Y ya que soy ciudadano de este país, no voy a ser menos en este debate. Me rebajaré para decir: Raúl siempre debe ir con la Selección. Lo siento por aquellos que dicen que está viejo (¡tiene 28 años, Santo Dios!), que no es el mismo de antes, que se ha vuelto vulgar... A ver, dejémonos se pragmatismos. En el fútbol, ese concepto sólo saben llevarlo a cabo los italianos. Aquí, la única gran figura de este deporte es Raúl. No será el de siempre, correcto, pero tampoco estaba bien en el Mundial, y nos marcó un gol ante Túnez que sólo sabe anotar él. Estará todo lo mal que queramos, pero siempre está ahí para sacar a la Selección del apuro.
Por eso, considero que es un error dejar al madridista fuera de la convocatoria para estos dos partidos ante Suecia y Argentina. Estamos faltos del ‘gran capitán’, del jugador al que todos los futbolistas de la Selección buscan con la mirada cuando la cosa va chunga. Y para un partido con la trascendencia que ha tomado el de Suecia, Raúl me resulta fundamental. ¿No hubiera sido mejor haber prescindido de él en las dos últimas citas de España, un amistoso infumable, y dos partidos oficiales ante rivales pequeños (aunque luego nos ganen)?
Y ya que soy ciudadano de este país, no voy a ser menos en este debate. Me rebajaré para decir: Raúl siempre debe ir con la Selección. Lo siento por aquellos que dicen que está viejo (¡tiene 28 años, Santo Dios!), que no es el mismo de antes, que se ha vuelto vulgar... A ver, dejémonos se pragmatismos. En el fútbol, ese concepto sólo saben llevarlo a cabo los italianos. Aquí, la única gran figura de este deporte es Raúl. No será el de siempre, correcto, pero tampoco estaba bien en el Mundial, y nos marcó un gol ante Túnez que sólo sabe anotar él. Estará todo lo mal que queramos, pero siempre está ahí para sacar a la Selección del apuro.
Por eso, considero que es un error dejar al madridista fuera de la convocatoria para estos dos partidos ante Suecia y Argentina. Estamos faltos del ‘gran capitán’, del jugador al que todos los futbolistas de la Selección buscan con la mirada cuando la cosa va chunga. Y para un partido con la trascendencia que ha tomado el de Suecia, Raúl me resulta fundamental. ¿No hubiera sido mejor haber prescindido de él en las dos últimas citas de España, un amistoso infumable, y dos partidos oficiales ante rivales pequeños (aunque luego nos ganen)?