Es muy difícil ser árbitro. Pero tampoco cuesta tanto hacer las cosas bien. Como el arbitraje ya es difícil de por sí, al menos, los pequeños detalles del reglamento que no tienen complicación alguna, puedan y deban hacerse bien. Si no, pasa como en Armilla. Que el árbitro se reinventa el reglamento con la mala suerte de que la jugada acaba en gol, y ya tiene el follón liado. Como este hay cientos de ejemplos esta temporada. Los árbitros de Tercera (y de Andaluza, y de Preferente) se han lucido para mal, esta temporada. Si su espejo lo tienen en los de Primera División, pues así les luce el pelo.
UN LÍDER QUE CAE MAL. Excepto para los que son del Atlético. Lo de que cae mal, lo digo, más que nada, por las formas con que suma puntos de vez en cuando. Ganar en el último minuto con ayuda arbitral, cae mal. Mostrar euforia exacerbada tras un gol, también cae mal. El Atlético promueve, desde su juventud como club, un pragmatismo económico, que se traduce a un mismo pragmatismo futbolístico como el de David Navarro. Un equipo que sólo aprieta lo justo y necesario. Son muchas las rencillas que el Atlético va dejando a su paso por los campos de Tercera. Esas formas no ayudan a que el Atlético se vaya haciendo un buen nombre en esto del fútbol.
EL ARENAS SE ESTÁ AHOGANDO EN UN VASO DE AGUA. Obviaré el hablar de los árbitros y del Arenas al mismo tiempo, ya que el ‘palo’ a los trencillas lo he dado más arriba. La preocupación que tiene el Arenas es más psicológica que deportiva. Es el mismo equipo, con los mismos jugadores y cuerpo técnico que se tiraron 31 jornadas sin perder. ¿Qué problema hay? Que cuando los resultados no acompañan, por muy buen equipo que tengas, si el cerebro ha somatizado que toca perder, se perderá. En el peor momento del año. Si encima, queda la sospecha de la ‘mano negra’...
CINCO GOLES AL RALENTÍ. Para ahorro de recursos estuvo el Granada esta jornada. El equipo de José Víctor lleva 11 goles en dos partidos y la afición mira el trono que ocupa el Atlético, que dicho sea de paso, parece seguro para los verdigranas. Me pregunto una cosa: ¿le viene bien al Granada cerrar la Liga con el calendario tan fácil que tiene? Para asegurar las eliminatorias sí. Pero, ¿no se acostumbrará mal el equipo rojiblanco a tener enfrente a equipos de tan poca envergadura? El play-off está muy cerca y los rivales van a ser muy distintos al Alhaurín y al Úbeda.
EL DESCENSO QUEMA MÁS QUE EL LIDERATO. El Motril llegó a Santa Fe esperando a que el liderato se escapase de Armilla. Pero se encontró con la necesidad del Santa Fe por salir del descenso. Entonces se dio la ley del fútbol que cuando dos equipos necesitan ganar, empatan. Fue un buen partido, dentro de lo que se puede ver en un campo de albero. El Motril se llevó un empate que no le sirve para nada, si acaso sumar un punto; y el Santa Fe se metió en puestos de descenso, aunque lo mismo, empatar con un grande tiene premio a final de campaña.
HASTA EL RABO... todo es toro. El Maracena perdió dos puntos en el descuento ante el Torredonjimeno y otra vez siente el miedo al descenso. Inmerecido sufrimiento, puesto que juegan bien. Pero el descenso son como las arenas movedizas más mortales, que no te dejan escapar y te absorben de forma agonizante. La pasada jornada conminé, desde estas líneas, a ‘Berna’ para que siga trabajando y que no se duerman sus pupilos. El descenso sólo está a cuatro puntos.
IMPERIO Y LOJA, COMO HERMANOS. Uno es decimosegundo y el otro está un puesto por debajo. La diferencia de puntos es de dos. Es lo que tiene no jugarse nada. El Imperio sumió en la lucha por la salvación al Comarca de Níjar. Eso fue lo mejor. Lástima que el Loja dejase escapar vivo del ‘San Francisco’ al Alhaurino, si no, estarían los malagueños más metidos de lleno en esa pugna.
